No puedes derrotar al mercado…

“No hay manera de resistirse al mercado” dijo Margaret Thatcher en la Cámara de los Comunes en 1988 (1). Lo que era cierto en aquella época todavía lo es hoy. La economía de mercado simplemente no se puede evitar: si gastas más de lo que ganas te quedarás sin dinero. Necesitarás ahorrar. Tendrás que reducir gastos. El no hacer todo esto provocará crisis económica.

La tragedia griega

Grecia se ha sumido en un problema grave. Muchos tenían trabajos que constitucionalmente no podían perderse: trabajos de por vida. La evasión fiscal era el pan de cada día (esto es normal y esperado). El empleo en el sector público era más valorado que el empleo en el sector privado, el cual crea riqueza, porque los puestos del sector público no podían perderse. Los sucesivos gobiernos han ido expandiendo el sector público como una manera de recompensar a aquellos que votaron por ellos, como una solución rápida al desempleo.

Los sectores públicos son la sede natural de los sindicatos los que, a pesar del hecho de que nadie estaba produciendo riqueza, pedían salarios más altos. Habían personas que se jubilaban a los 45 años y en consecuencia recibían pensiones y ganancias en los próximos 30 años o más años de sus vidas (2). Para la gente normal, la edad media de jubilación es de 61 años y el gobierno sólo espera subirla a los 63 para el año 2015 (3). Toda la situación es un caos, la consecuencia lógica de las políticas socialistas llevadas a cabo durante mucho tiempo (4).

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